Es estupendo tener un clima propicio para poder cargar las pilas con frutas y verduras de temporada. Todo lo que la tierra nos ofrece, en cada una de las estaciones del año, es un bien que no podemos desperdiciar. Intentar consumir frutas y verduras del tiempo, nos aporta beneficios que nuestro cuerpo agradece y compensa positivamente algunos malos hábitos de alimentación.
Hoy le toca el turno a nuestra querida cereza, esa preciosa fruta cuya flor en árbol nos recuerda que la primavera está a punto de llegar. Existen múltiples variedades de cereza, solamente en España, y según el Ministerio de Agricultura, pueden haber 50 variedades de este preciado fruto. ¿Qué hay más cómodo que comer un rico plato de cerezas?. La recolección de este fruto empieza a principios de Mayo y termina a mediados de Julio, aunque siempre es un factor determinante la climatología de la zona, ya que puede alargar o frenar su recogida.
Si hablamos de sus propiedades nutricionales, se la considera una buena fuente de vitaminas C y bioflavonoides, lo que la convierte ya de por sí en un excelente antioxidante. Estudios también hacen una diferenciación entre las distintas variedades y sus beneficios para la salud. Por ejemplo, las cerezas negras contienen más hierro, magnesio y potasio que las otras variedades más claras, pero todas son una buena fuente de silicio y de provitamina A(beta-caroteno). El consumo diario ayuda a reducir los niveles sanguíneos de ácido úrico, lo que puede evitar la gota. Y serían incontables todas las funciones positivas que generan su ingesta…por lo tanto, os animamos a ser generosos con vuestro cuerpo y deleitaros con sabor.
Para dar un homenaje a esta pequeña gran fruta, simplemente hemos combinado una tostada untada con queso fresco, la hemos cubierto con una loncha de Salmón ahumado MONSALMÓ, y hemos adornado el rico bocado con una cereza deshuesada. Os aseguramos que el contraste de sabores hace de este pequeño mordisco un gran descubrimiento.
¿Quién será el primero en probarlo?